Permitir la apertura de sectores económicos como bares y gastrobares que permanecían cerrados desde marzo del año anterior, levantar toque de queda, ley seca y eliminar las restricciones horarias para el comercio, son excelentes y anheladas noticias para el tejido empresarial de la ciudad que se ha mantenido a flote con gran esfuerzo.
Según cálculos de FENALCO Bogotá Cundinamarca en el transcurso del año especialmente durante enero, abril (por restricciones para contener contagio de COVID) y en lo que va de mayo (afectaciones por manifestaciones y actos vandálico) se han cerrado de manera definitiva cerca de 6.000 establecimientos comerciales, especialmente pequeños negocios de menos de 10 empleados, lo que implica una gran afectación social para las familias que pasan a engrosar las cifras de desempleo en el país.
Para Juan Esteban Orrego, director de FENALCO Bogotá Cundinamarca, las palabras de la Alcaldesa Mayor dan al comercio certidumbre frente a las estrategias que van a tomar para planear su futuro próximo. “Sin embargo, advertimos que ahora la reactivación depende de que se levante el Paro, los bloqueos en vías de Bogotá y en las carreteras del País para que haya abastecimiento de productos terminados y materias primas. Ya no tenemos restricciones por COVID, pero si no se respeta el derecho al trabajo, a la libre movilidad es muy difícil reactivar a nuestra sociedad”.
El vocero de los comerciantes también reiteró el compromiso del comercio formal de la ciudad y la región de mantener las medidas de bioseguridad y así minimizar al máximo el riesgo de contagio por COVID, “es ahora cuando más los ciudadanos debemos cuidarnos y nos unimos a la reflexión que hizo la Alcaldesa sobre la cultura del autocuidado. Desde el comercio seguiremos reforzando los protocolos que desde el Gobierno se han diseñado para cada sector, pero es responsabilidad de cada persona ser responsable de sus actos por su vida, la de su familia y su círculo social”, puntualizó Orrego.