Las marchas realizadas en los últimos meses han dejado graves pérdidas para el comercio de la ciudad. No sólo en las ventas que han disminuido entre un 50% y un 90% en zonas como la calle 72 en la que los comerciantes han tenido que cerrar los establecimientos, sino también en los daños físicos en fachadas y vitrinas, superando en un solo Centro Comercial, los 200 millones de pesos.
El director de FENALCO Bogotá Cundinamarca, Juan Esteban Orrego, fue enfático en señalar que “desde el Gremio respetamos el derecho a la protesta pero también exigimos que se respete el derecho a trabajar y a movilizarse tranquilamente por la ciudad. Pedimos a las personas que participarán en la jornada del 21 de noviembre, lo hagan de manera pacífica como consagra la Constitución y que denuncien a los vándalos que utilizan de manera equivocada estos espacios para agredir bienes públicos y privados”.
En un día de marcha, las personas están concentradas en llegar a sus trabajos y regresar a sus hogares, por lo que para el 73% de los comerciantes la productividad disminuye comparado con un día normal. Además el 25% de las personas optan por cancelar reuniones de trabajo para evitar congestiones en la movilidad.
Juan Esteban Orrego, insiste en la propuesta para que los organizadores de las marchas compren un seguro de responsabilidad contractual y que el Distrito lo exija para otorgar el permiso. “No es justo que todos los ciudadanos debamos pagar para recuperar los daños que algunos vándalos hacen cubriéndose bajo el amparo de la protesta. Sabemos que los organizadores de estas marchas no son quienes causan los desmanes, pero en ocasiones saben quienes son y deben tener la responsabilidad de cubrir los hechos delincuenciales”, ratificó el doctor Orrego.
Toda actividad que pueda generar un peligro debe tener una garantía de resarcimiento y eso pasa en otras actividades, por ejemplo conciertos. Este requisito debería ser obligatorio para entregar permisos de marchas o manifestaciones en la ciudad.