Cuatro meses han sido suficientes para que los habitantes de Mosquera y usuarios de la calle 13 se opongan rotundamente a la continuidad –tal y como está– del Decreto 520 de 2013, con el cual el Distrito permite la libre circulación de los vehículos de carga pesada por ese corredor y restringe su paso por otras zonas de la ciudad.
La posición de los contradictores de la norma es clara. No quieren más tractomulas, camiones y cuanto vehículo pesado hay paseándose por las reducidas y maltrechas vías de la calle 13. Y menos, aseguran, aguantarse trayectos que siguen duplicándose.
“Esto acabó con nosotros los conductores. Yo salía de Mosquera a las 3:30 de la mañana y todo el tiempo estaba estresado; lo que se hacía en dos horas, ahora se hace en cuatro”, contó Jhon Hernández, conductor y propietario de un vehículo de servicio público que semanas después de entrar en vigencia el decreto no vio más alternativa que vender su buseta y buscar otro tipo de empleo.
Para Jhon, permitir que todos los vehículos de carga pesada pasen sin restricción por esa vía les ha traído pérdidas “gigantescas” a los transportadores, pues ya no es rentable económicamente.
No aguantan más
Según un estudio elaborado por la administración de Mosquera, el 50 por ciento de los automotores que se movilizan por esa arteria vial, de occidente a oriente, son camiones y buses. En promedio, más de 3.600 vehículos que llevan cargas pesadas ingresan a Bogotá en solo ocho horas, todos los días.
Así las cosas, las quejas van y vienen. En la Alcaldía se contabilizan alrededor de 15 reclamos diarios de los molestos habitantes de Mosquera. La mayoría de ellos son empleados de empresas de Bogotá –la administración calcula que de las 20.000 personas que se mueven del municipio hacia la ciudad, el 73 por ciento toma la calle 13–.
Para rechazar la medida crearon grupos a través de redes sociales. En Facebook, por ejemplo, hay uno denominado No más trancón por la calle 13, en el que los usuarios del transporte público se quejan de las demoras en los trayectos y el aumento en las cifras de accidentalidad.
“Me demoré 50 minutos del peaje hasta la entrada de Fontibón… eso no es justo”, comentó Mónica Rodríguez, una internauta.
Incluso, en Twitter algunos denuncian que perdieron su empleo por las continuas llegadas tarde.
Lo mismo pasa con la salida de Bogotá. Cantidad de carros se acumulan en filas que parecen eternas.
Sin soluciones
Pese a que la Secretaría de Movilidad de Bogotá y el municipio se han reunido para encontrar alternativas y apaciguar el caótico panorama que se vive en ese corredor, no hay soluciones a la vista.
Según Nicolás García, alcalde de Mosquera, el objetivo principal es que el Distrito derogue el decreto, pero, de no ser posible, la idea es tomar medidas para que el tráfico no siga impactando negativamente también a habitantes de Funza, Madrid, Bojacá y Facatativá.
La Personería del municipio se sumó al descontento e interpuso una acción de nulidad y una acción popular contra la Alcaldía de Bogotá. “Buscamos dejar sin efecto el decreto”, dijo el personero Guillermo Granados.
García, por su parte, ha insistido en que a través de redes sociales se convoca a bloqueos sobre la calle 13, que aún no prosperan. “Nosotros hasta el momento los hemos evitado, pero si no encontramos respuestas será muy difícil para nosotros detener a la comunidad”, dijo.
Las peticiones que hace el municipio
1. Derogar Decreto 520 del 2013
La principal solicitud que le ha hecho la administración municipal al Distrito es que derogue el Decreto o al menos lo replantee.
2. Mantenimiento de la malla vial
Habitantes aseguran que las calles están destruidas; no hay zonas para transitar tranquilamente y eso genera más congestión. También piden demarcación de la vía para evitar accidentes.
3. Presencia de policías
Existe una urgente necesidad de que miembros de la Policía de Tránsito controlen el tráfico. Durante los últimos días han hecho controles, lo que ha permitido mayor fluidez.
‘Caos no se incrementó por el Decreto’, responde el Distrito
De acuerdo con Martha Coronado, directora de estudios sectoriales de la Secretaría de Movilidad, esta vía siempre ha presentado represamientos. El caos, según ella, no obedece a una mayor presencia de vehículos de carga pesada.
Aunque en la administración municipal consideran que hay desinterés, Coronado negó que durante las mesas de trabajo no se hubieran llegado a acuerdos.
“Se empezó a hacer todo un trabajo para mejorar los semáforos. La calle 13 es un corredor de alta accidentalidad peatonal, por lo que se instaló un paso peatonal; el IDU identificó algunos puntos críticos y se tienen unos diseños para poder mejorar las condiciones de la malla vial en el corredor, que se hará en el mediano plazo y ya se están gestionando los recursos. Hemos trabajado para mejorar la calle 13”, aseguró.
CUNDINAMARCA
Tomado de www.eltiempo.com